We’ve updated our Terms of Use to reflect our new entity name and address. You can review the changes here.
We’ve updated our Terms of Use. You can review the changes here.

Capricornio

by Pablo Ferrari

supported by
/
  • Streaming + Download

    Includes high-quality download in MP3, FLAC and more. Paying supporters also get unlimited streaming via the free Bandcamp app.
    Purchasable with gift card

      name your price

     

1.
Vidala para un septiembre Ríe bailando eterno, sonriendo tu recuerdo. En esta tarde pan canta el sol y te siento, vuelve un poco el calor y voy. Dejo este llanto negro, siento nuevo mi cuerpo y tu mirada azul vuelve. Me asomo en el final, soñando con lo eterno. Mi alma no va a llorar otro domingo lento. Mi alma no va a llorar, no mas. Veo una vez mas brotando árboles de septiembre y tu risa me salva, vuelve. Tu mirada me sana, tu risa es mi vidala. Cuando vuelva la noche me voy a ver, voy a encontrarme y ser.
2.
Chacarera de agua clara (a mis viejos y su contagioso amor por la Patagonia) Yo no miro a las montañas para que me dicten coplas, las miro porque me llaman cuando el viento las sopla. No me alarmo con el ruido de un carro cruzando el puente porque el pueblo tiene un tiempo que tranquiliza a su gente. Y entre vino y cigarritos veo posarse la noche, los coihues me acobijan y me aceptan sin reproches. Chacarera de montañas, agua clara y frío eterno, yo te traigo de otros pagos que soñaron tus inviernos. Resignadas estas tierras son caminos siempre abiertos mientras maras y huemules se guardan bien cerro adentro. El silencio es imperioso, enemigo de los perros que custodian a la villa escondida entre los cerros. Yo te busco hecha canción y mi guitarrita te piensa, no me dio a luz esta tierra pero parió mi conciencia. Chacarera de montañas…
3.
Lucecita 05:10
Lucecita (a Mechi) Una luz me despierta de mil años dormido, se refleja en mis manos, ilumina los sueños que había perdido. Mientras ya no este oscuro mis temores se alejan. Puedo abrir ya mis ojos. Con los ojos abiertos se puede ver. Lucecita de vida, mariposa fuego, voy detrás de tu brillo con mi alma en vuelo. Enseñame el camino de mi canto nuevo. No te apagues ahora, nunca. Luz sonrisa desnuda, fiadora de anhelos, luchadora de ensueño regalame tus días pa´ que sean nuestros. Veo abrazos dormidos, veo caricias sinceras, veo deseos. Veo el canto que nace del brillo de unos ojos negros. Veo risas de niños, veo carteles rebeldes de verde encuentro, veo pies que se cuidan y caminan sin miedo.
4.
Su pluma venció al olvido Admiro tanto a esas gentes que velan sueños ajenos y tienen los labios llenos de voces tan diferentes. Sin darse de inteligentes, idóneos o autorizados, no pueden estar callados frente a tantas injusticias. Con sangre escriben noticias, por ellas serán juzgados. No tiembla el pulso en su mano, que es una y es la de tantos, cuando desnuda espantos que rozan lo cotidiano. Nunca pensó que era en vano jugarse la vida entera. De nada sirve la espera, robarle tiempo a la historia, morir sin pena ni gloria como un otario cualquiera. Los mártires encontraron justicia y paz en su obra. Porque eran justos de sobra sin juicio los fusilaron. Mas nunca ellos pensaron que hubiese tal valentía, que un hombre solo entraría en ese juego de espanto, conciente que al saber tanto igual destino tendría. Aquí le rindo homenaje en versos a mi manera. Van décimas pal´ que fuera otrora, voz del obraje. Hoy canto a su coraje, virtud que no escatimaba, pues esa voz se escuchaba cuando todo era prohibido. Su pluma venció al olvido, Rodolfo Walsh se llamaba.
5.
El arte de obedecer En el lenguaje de los que tienen solo mentiras para decir, siempre se engañan que son los héroes imprescindibles para vivir. Y enseñan los buenos modales, y el arte de obedecer; con el aval de sus insignias y harta pólvora a su merced. Y en sus ojos se ven las vidas que un día quisieron terminar. Y en sus cabezas resuenan gritos que con balas necias creyeron callar. Triste es la vida de quien posee tan solo un dedo pa´ gatillar, y se lo alquila por medio mango a un dios sin bolas y sin moral. Y aspiran esa confianza blanca pa´ su conciencia anestesiar. Y que no sientan sus manos grises el horror del niño al que van a fajar. Es tan difícil creer que alguna vez fuiste inocente, fuiste un niño. Y ahora, al revés, le temes a la luz del sol, al fuego que templa mi arma: el tambor. Y aunque nosotros también usamos mano dura y palo para golpear, el cuero de un chico repique o piano tan solo grita felicidad. Seguimos viendo con impotencia crecer el manto de impunidad que da el poder en manos cobardes pero que algún día se va a terminar, se va a terminar…
6.
Gravedad 04:42
Gravedad Voy a salir a sumarme al paisaje, voy silbando y a pedal. Leyendo rostros, dejando atrás los autos en un baile senoidal . Voy a mirar con un ojo el camino y con el otro la ciudad. Y así girar sintiendo en todo lo que me rodea identidad. Sin apurar el paso voy camino al esquinazo vecinal. Para andar sin rumbo siempre hay tiempo en este mundo, y mas si hay vino pa´ tomar ¿Cuántas veces pase por este lugar? ¿Cuánta gente vi pasar? ¡Cuánto no puedo dejar de recordar! ¡Cuánto quise olvidar! ¡Como tira el suelo! ¡Gravedad! Voy a salir a sumarme al paisaje, voy silbando y a pedal. Leyendo rostros, dejando atrás los autos en un baile senoidal. ¿Cuántas veces pase por este lugar?…
7.
Ridículo quebranto Se me escapa otro día, y mis manos se ungen de tristeza para que cante el dolor, para que cante el dolor. Se secan de cenizas mis ojos, y mis lágrimas pelean con el viento para que nazca mi flor, para que nazca mi flor. ¡Ay ay ay ay! ¡Ay! ¡Mi dolor! ¡Ay! ¡Cuanto quebranto ridículo! Para gritar sin pudores voy a cantar esa canción, y que se quiebre mi voz, y que se quiebre mi voz. Para sentirme más solo voy a apagar el celular, y que te busque mi alma, y que te busque mi alma. ¡Ay ay ay ay! ¡Ay! ¡Mi dolor! ¡Ay! ¡Cuanto quebranto ridículo! Y que cuando escape de mí ese ridículo dolor, me quede el recuerdo de ese día tan normal que ya no volverá, ya no volverá jamás. Para aceptar mi quebranto quise escribir esta canción, para que cante el dolor, para que cante el dolor ¡Ay ay ay ay! Ya estoy mejor…
8.
9.
10.
Agüita curadora (a lxs defensorxs del río) Pa´ curarme la heridas me voy a mojar con agüita de este río, grande como un mar. Y aunque la corriente es fuerte no me va a llevar, de los brazos de mi gente me puedo agarrar. Aunque el miedo sea la moda y el silencio ley, mi voz se desangra en coplas para llamarte. Con agüita de este río me voy a curar. Dicen que esa luz que brilla entre los árboles son los duendes que los cuidan, los ayudare. Con los que huyen de la indiferencia voy a estar, compartiendo madre tierra tu felicidad. Nuestra vida se negocia en su ambición, mas nunca será tan grande como nuestra unión. Con agüita de este río me voy a curar.
11.
Lapsus 05:48
Lapsus Condenado a volcarme en un papel cristalino, que encandila al que lo ve. Tan bloqueado, tan inerte humanidad. Me pregunto si soy yo el que esta tan mal. ¿O no hay nada que escribir? ¿O no hay verdades que decir? ¿O no hay bosques que salvar? ¿O no hay garcas que escarchar? Sumergido en un eclipse de expresión, inactivo, como una huelga de razón. Desconfío a la demagogia en celular, y la obsecuencia que ella da me hace pensar que hoy hablar es repetir y pensar es delinquir. No es que no sepa que cantar, es que no se con que empezar. La coherencia es más rara y más ajena cada vez y hay quienes no lo ven. Y hay sombríos piratas de traje y de corbata en el poder que te juzgan con su ley. Tanto hermano sin su tierra ancestral; tanto niño sin escuela y sin hogar; tanto campo, tanta soja y poco pan; tanta trata para desarmar. ¡Tanto! ¿como se escribe tanto? ¡Cuanto tiempo se esta escapando! Canto para no pensar tanto. Creo saber mi papel y mi condición.
12.
La despedida 03:13

about

"Le mieux est l´ennemi du bien" - Falacia del nirvana (Voltaire)

Dedicado a mi abuelo Juan.

credits

released March 1, 2015

Grabado de forma casera entre Mayo y Agosto de 2014 por Pablo Ferrari y Federico Porfirio.
Mezclado por Sebastián Pérez, con la colaboración de Pablo Ferrari y Federico Porfirio en Impessa Record, San Miguel, provincia de Buenos Aires.
Masterizado por Sebastian Pérez en Impessa Record.
Todos los temas fueron compuestos por Pablo Ferrari excepto “Vidala para un septiembre” (Letra: Ignacio Ferrari; Música: Pablo Ferrari)
Los arreglos pertenecen a cada músico.

Arte: Cecilia Leiva / www.cecileiva.com.ar
Fotografía: Nicolás Rossi
Diseño: Mauro Gregorczyn

Agradecimientos: A mi familia por ser todo lo que uno espera y mas aun; a Mechi por la incondicionalidad de su amor y el aguante cotidiano; a todxs lxs que de una u otra manera participaron de este proyecto: Facu Delorenzi, Uli Martínez, Pedro Bragán, Ary Lacanna, Bruno Chiodi, Nico Cooper, Maxi Borovicka, Seba “Maker” Pérez, Ceci Leiva, Nico Rossi, Mauro Gregorczyn, Carlota Heidecker, Juan Bernabé, Nacho Borón, Juanra Jiménez; a La galpona de Martelli por el arte y la conciencia.

Un agradecimiento especial a Fede Porfirio por haberse cargado este disco al hombro como si fuera propio.

license

all rights reserved

tags

about

Pablo Ferrari Florida, Argentina

contact / help

Contact Pablo Ferrari

Streaming and
Download help

Report this album or account

If you like Pablo Ferrari, you may also like: