1. |
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Vidala para un septiembre
Ríe bailando eterno,
sonriendo tu recuerdo.
En esta tarde pan
canta el sol y te siento,
vuelve un poco el calor y voy.
Dejo este llanto negro,
siento nuevo mi cuerpo
y tu mirada azul vuelve.
Me asomo en el final, soñando con lo eterno.
Mi alma no va a llorar otro domingo lento.
Mi alma no va a llorar, no mas.
Veo una vez mas brotando
árboles de septiembre
y tu risa me salva, vuelve.
Tu mirada me sana,
tu risa es mi vidala.
Cuando vuelva la noche me voy a ver,
voy a encontrarme y ser.
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2. |
Chacarera de agua clara
02:46
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Chacarera de agua clara
(a mis viejos y su contagioso amor por la Patagonia)
Yo no miro a las montañas
para que me dicten coplas,
las miro porque me llaman
cuando el viento las sopla.
No me alarmo con el ruido
de un carro cruzando el puente
porque el pueblo tiene un tiempo
que tranquiliza a su gente.
Y entre vino y cigarritos
veo posarse la noche,
los coihues me acobijan
y me aceptan sin reproches.
Chacarera de montañas,
agua clara y frío eterno,
yo te traigo de otros pagos
que soñaron tus inviernos.
Resignadas estas tierras
son caminos siempre abiertos
mientras maras y huemules
se guardan bien cerro adentro.
El silencio es imperioso,
enemigo de los perros
que custodian a la villa
escondida entre los cerros.
Yo te busco hecha canción
y mi guitarrita te piensa,
no me dio a luz esta tierra
pero parió mi conciencia.
Chacarera de montañas…
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3. |
Lucecita
05:10
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Lucecita
(a Mechi)
Una luz me despierta
de mil años dormido,
se refleja en mis manos,
ilumina los sueños que había perdido.
Mientras ya no este oscuro
mis temores se alejan.
Puedo abrir ya mis ojos.
Con los ojos abiertos se puede ver.
Lucecita de vida, mariposa fuego,
voy detrás de tu brillo con mi alma en vuelo.
Enseñame el camino de mi canto nuevo.
No te apagues ahora, nunca.
Luz sonrisa desnuda, fiadora de anhelos,
luchadora de ensueño
regalame tus días pa´ que sean nuestros.
Veo abrazos dormidos, veo caricias sinceras, veo deseos.
Veo el canto que nace del brillo de unos ojos negros.
Veo risas de niños, veo carteles rebeldes de verde encuentro,
veo pies que se cuidan y caminan sin miedo.
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4. |
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Su pluma venció al olvido
Admiro tanto a esas gentes
que velan sueños ajenos
y tienen los labios llenos
de voces tan diferentes.
Sin darse de inteligentes,
idóneos o autorizados,
no pueden estar callados
frente a tantas injusticias.
Con sangre escriben noticias,
por ellas serán juzgados.
No tiembla el pulso en su mano,
que es una y es la de tantos,
cuando desnuda espantos
que rozan lo cotidiano.
Nunca pensó que era en vano
jugarse la vida entera.
De nada sirve la espera,
robarle tiempo a la historia,
morir sin pena ni gloria
como un otario cualquiera.
Los mártires encontraron
justicia y paz en su obra.
Porque eran justos de sobra
sin juicio los fusilaron.
Mas nunca ellos pensaron
que hubiese tal valentía,
que un hombre solo entraría
en ese juego de espanto,
conciente que al saber tanto
igual destino tendría.
Aquí le rindo homenaje
en versos a mi manera.
Van décimas pal´ que fuera
otrora, voz del obraje.
Hoy canto a su coraje,
virtud que no escatimaba,
pues esa voz se escuchaba
cuando todo era prohibido.
Su pluma venció al olvido,
Rodolfo Walsh se llamaba.
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5. |
El arte de obedecer
07:17
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El arte de obedecer
En el lenguaje de los que tienen
solo mentiras para decir,
siempre se engañan que son los héroes
imprescindibles para vivir.
Y enseñan los buenos modales,
y el arte de obedecer;
con el aval de sus insignias
y harta pólvora a su merced.
Y en sus ojos se ven las vidas
que un día quisieron terminar.
Y en sus cabezas resuenan gritos
que con balas necias creyeron callar.
Triste es la vida de quien posee
tan solo un dedo pa´ gatillar,
y se lo alquila por medio mango
a un dios sin bolas y sin moral.
Y aspiran esa confianza blanca
pa´ su conciencia anestesiar.
Y que no sientan sus manos grises
el horror del niño al que van a fajar.
Es tan difícil creer
que alguna vez fuiste inocente, fuiste un niño.
Y ahora, al revés, le temes
a la luz del sol, al fuego que templa mi arma: el tambor.
Y aunque nosotros también usamos
mano dura y palo para golpear,
el cuero de un chico repique o piano
tan solo grita felicidad.
Seguimos viendo con impotencia
crecer el manto de impunidad
que da el poder en manos cobardes
pero que algún día se va a terminar,
se va a terminar…
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6. |
Gravedad
04:42
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Gravedad
Voy a salir a sumarme al paisaje,
voy silbando y a pedal.
Leyendo rostros, dejando atrás los autos
en un baile senoidal .
Voy a mirar con un ojo el camino
y con el otro la ciudad.
Y así girar
sintiendo en todo lo que me rodea identidad.
Sin apurar el paso
voy camino al esquinazo vecinal.
Para andar sin rumbo siempre hay tiempo en este mundo,
y mas si hay vino pa´ tomar
¿Cuántas veces pase por este lugar?
¿Cuánta gente vi pasar?
¡Cuánto no puedo dejar de recordar!
¡Cuánto quise olvidar!
¡Como tira el suelo! ¡Gravedad!
Voy a salir a sumarme al paisaje,
voy silbando y a pedal.
Leyendo rostros, dejando atrás los autos
en un baile senoidal.
¿Cuántas veces pase por este lugar?…
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7. |
Ridículo quebranto
05:47
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Ridículo quebranto
Se me escapa otro día,
y mis manos se ungen de tristeza
para que cante el dolor,
para que cante el dolor.
Se secan de cenizas mis ojos,
y mis lágrimas pelean con el viento
para que nazca mi flor,
para que nazca mi flor.
¡Ay ay ay ay!
¡Ay! ¡Mi dolor!
¡Ay! ¡Cuanto quebranto ridículo!
Para gritar sin pudores
voy a cantar esa canción,
y que se quiebre mi voz,
y que se quiebre mi voz.
Para sentirme más solo
voy a apagar el celular,
y que te busque mi alma,
y que te busque mi alma.
¡Ay ay ay ay!
¡Ay! ¡Mi dolor!
¡Ay! ¡Cuanto quebranto ridículo!
Y que cuando escape de mí
ese ridículo dolor,
me quede el recuerdo
de ese día tan normal
que ya no volverá,
ya no volverá jamás.
Para aceptar mi quebranto
quise escribir esta canción,
para que cante el dolor,
para que cante el dolor
¡Ay ay ay ay!
Ya estoy mejor…
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8. |
Guitarra moquehuina
04:27
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9. |
Mi día jueves
02:22
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10. |
Agüita curadora
03:09
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Agüita curadora
(a lxs defensorxs del río)
Pa´ curarme la heridas me voy a mojar
con agüita de este río, grande como un mar.
Y aunque la corriente es fuerte no me va a llevar,
de los brazos de mi gente me puedo agarrar.
Aunque el miedo sea la moda y el silencio ley,
mi voz se desangra en coplas para llamarte.
Con agüita de este río me voy a curar.
Dicen que esa luz que brilla entre los árboles
son los duendes que los cuidan, los ayudare.
Con los que huyen de la indiferencia voy a estar,
compartiendo madre tierra tu felicidad.
Nuestra vida se negocia en su ambición,
mas nunca será tan grande como nuestra unión.
Con agüita de este río me voy a curar.
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11. |
Lapsus
05:48
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Lapsus
Condenado a volcarme en un papel
cristalino, que encandila al que lo ve.
Tan bloqueado, tan inerte humanidad.
Me pregunto si soy yo el que esta tan mal.
¿O no hay nada que escribir?
¿O no hay verdades que decir?
¿O no hay bosques que salvar?
¿O no hay garcas que escarchar?
Sumergido en un eclipse de expresión,
inactivo, como una huelga de razón.
Desconfío a la demagogia en celular,
y la obsecuencia que ella da me hace pensar
que hoy hablar es repetir
y pensar es delinquir.
No es que no sepa que cantar,
es que no se con que empezar.
La coherencia es más rara y más ajena cada vez
y hay quienes no lo ven.
Y hay sombríos piratas de traje y de corbata en el poder
que te juzgan con su ley.
Tanto hermano sin su tierra ancestral;
tanto niño sin escuela y sin hogar;
tanto campo, tanta soja y poco pan;
tanta trata para desarmar.
¡Tanto! ¿como se escribe tanto?
¡Cuanto tiempo se esta escapando!
Canto para no pensar tanto.
Creo saber mi papel y mi condición.
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12. |
La despedida
03:13
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